En aquella época España acababa de salir de una gran huelga general y estaba a punto de entrar en una grave crisis bajo el mandato del rey Alfonso XIII. En Europa vivían marcados por la primera guerra mundial.
Cuando venía a España, siempre me contaba aquellas historias del pasado, que no eran otra cosa que sus vivencias, sus recuerdos, su vida. A mí me gustaba oírlas y él disfrutaba explicándomelas. Siempre lo recordaré así: con una amplia sonrisa y su cigarro detrás de la oreja, recordando quizás aquellos años, que aunque fueron difíciles, para él un enamorado de su tierra, eran como regresar a sus orígenes, como si todo aquel tiempo que había estado fuera no hubiera transcurrido, como si quisiera que el tiempo no pasara , que el reloj dejara de funcionar, se detuviera . Para mí, personalmente, revivir el pasado sigue siendo una aventura mucho más factible que imaginar el futuro y esto es lo que quizás él hacía, revivía su pasado, debido quizás a todo el tiempo que había estado lejos y en su mente sabía que estaba allí de paso, que tendría que regresar.
- ¿Volveré? ¿Lo sabes tú Pili?
- Yo le contestaba: Pues claro que sí , y más pronto de lo que imagina!!!. Se quedaba pensativo…
Recuerdo aquellas conversaciones, aquellos momentos a su lado, en Buxán, Galegos o en Barcelona y en este apartado por el pasado y por la historia de O Saviñao, os quiero hacer partícipes a todos de ellas.
A lo largo de este recorrido por nuestro/vuestro blog, podréis ir disfrutando de este pequeño homenaje que desde aquí quiero rendir a quien me enseñó a querer, respetar y conocer un poco más muestra tierra, su pasado, a un gran hombre, un luchador y sobre todo a una excelente persona que no fue otra que José Fernández, mi tío, un emigrante más, que como tantos otros gallegos de muestro concello, un día decidió poner tierra de por medio con destino a Cuba , en busca de un porvenir mejor que en aquellos años les estaba negado a muchas personas, no solamente a él.
Marqués de Comillas
Un mes más tarde, llegó a aquella isla del Caribe, lleno de esperanza e ilusión. No le fue fácil, todo lo contrario, pero él nunca se vino abajo, había ido con un objetivo y no iba a permitir que éste se le escapara de las manos. Tenía que luchar, sobrevivir a base de tesón, esfuerzo y mucho sacrificio. Al fin, después de siete largos años, lo consiguió, pudo reclamar a su familia. Un barco con bandera portuguesa y de nombre “Santa María” fue el que los reunió en 1959. Volvían a estar juntos.
Santa María
Tenían que salir de la isla, pero no podían hacerlo todos juntos, corría el año 1965 y su hijo José Luís tuvo que ser repatriado a España.
Lo más importante a lo largo de todos estos años, ha sido el amor y la preocupación por su seres queridos . La distancia muchas veces hace el olvido, pero este caso, el lazo siempre ha estado unido y el vínculo siempre ha sido muy estrecho y ha estado presente en cada uno de nosotros.
Un océano nos separa, pero siempre hemos estado juntos aún en la distancia y espero que así sea para siempre.
Poema de Rosalía de Castro da sua obra Cantares Galegos, publicado en 1863.
PRA A HABANA !
Vendéronlle os bois,
vendéronlle as vacas,
o pote do caldo
i a manta da cama.
Vendéronlle o carro
i as leiras que tiña ;
deixárono sóio
cou ropa vestida.
“María, eu son mozo,
pedir no me É dado ;
eu voy polo mundo
pra ver de ganalo.
Galicia está probe,
i a Habana me vou...
Adiós, adiós, prendas
do meu corazón !”
“Ánimo, compañeros!
Toda a terra e dos homes.
Aquel que non veu nunca máis que a propia
a ignorancia o consome.
Ánimo ! A quen se muda Dios o axuda !
I anque ora vamos de Galicia lonxe,
verés desque tornemos
que medrano os robres !
Mañán é o día grande, ao mar, amigos!
Mañán, Dios nos acoxe !”
No sembrante a alegría,
no corazón o esforzo,
i a campana armoniosa da esperanza,
lonxe, tocando a morto !
Este vaise i aquel vaise,
e todos, todos se van.
Galicia, sin homes quedas
que te poidan traballar.
Tés, en cambio, orfos e orfas
e campos de soledad,
e nais que non teñen fillos
e fillos que non ten pais.
E tés corazóns que sufren
longas ausencias mortás,
viudas de vivos e mortos
que ninguén consolará.
A irmà do meu avó en Cuba
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